Consejos de Roberto Bolaño sobre el arte de escribir cuentos, recogidos de su libro póstumo: Entre paréntesis.
Introducción
Más de 15 libros entre poesía y narrativa fueron los publicados por Roberto Bolaño antes de su lamentable fallecimiento en julio de 2003, a los 50 años. Sin embargo, la obra de Bolaño aún no había sido publicada en su totalidad, y gracias a familiares, amigos y su editorial, libros importantes como 2666, El gaucho insufrible o La universidad desconocida fueron posibles.
Es en estas publicaciones póstumas que podemos encontrar Entre paréntesis, libro que reúne entrevistas, ensayos, prólogos de libros y diversos textos escritos por Bolaño entre 1998 —año de la publicación de Los detectives salvajes— y enero de 2003.
Entre paréntesis
Entre paréntesis sería el segundo libro de Bolaño publicado póstumamente, siendo el primero El gaucho insufrible, tan solo meses después de su fallecimiento. Entre paréntesis se publica en 2004 y es editado por el crítico español y amigo de Bolaño; Ignacio Echevarría, que también edita la novela 2666 ese mismo año —ambos libros por Anagrama—, aclamada por la crítica y considerada la mejor producción del autor.
Los consejos de Roberto Bolaño
El libro, dividido en seis partes —además de un autorretrato preliminar de Bolaño y una entrevista final— concluye con la sección Un narrador en la intimidad, donde podemos encontrar el artículo Consejos sobre el arte de escribir cuentos, con recomendaciones sobre lecturas y formas de abordar la escritura de un cuento.
Curiosamente estos consejos los escribe Roberto Bolaño cuando solo tenía un libro de cuentos publicado: Llamadas telefónicas. Aunque ya contaba con seis novelas, incluida su reciente Los detectives salvajes, ganadora del Premio Herralde y el Premio Rómulo Gallegos. Más tarde publicaría Putas asesinas, en 2001. Y sus libros de cuentos póstumos El gaucho insufrible y El secreto del mal.
El artículo se publicó originalmente en 1998 —con el título Números— por la revista española Quimera.

Consejos sobre el arte de escribir cuentos
Como ya tengo cuarentaicinco años, voy a dar algunos consejos sobre el arte de escribir cuentos:
1)
Nunca aborde los cuentos de uno en uno. Si uno aborda los cuentos de uno en uno, honestamente, uno puede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte.
2)
Lo mejor es escribir los cuentos de tres en tres, o de cinco en cinco. Si se ve con energía suficiente, escríbalos de nueve en nueve o de quince en quince.
3)
Cuidado: la tentación de escribirlos de dos en dos es tan peligrosa como dedicarse a escribirlos de uno en uno, y además lleva en su interior el juego más bien pegajoso de los espejos amantes: una doble imagen que produce melancolía.
4)
Hay que leer a Quiroga, hay que leer a Felisberto Hernández, y hay que leer a Borges. Hay que leer a Rulfo y a Monterroso. Un cuentista que tenga un poco de aprecio por su obra no leerá jamás a Cela ni a Umbral. Sí que leerá a Cortázar y a Bioy Casares, pero en modo alguno a Cela y a Umbral.
5)
Lo repito una vez más por si no ha quedado claro: a Cela y a Umbral, ni en pintura.
6)
Un cuentista debe ser valiente. Es triste reconocerlo, pero es así.
7)
Los cuentistas suelen jactarse de haber leído a Petrus Borel. De hecho, es notorio que muchos cuentistas intentan imitar a Petrus Borel. Gran error: ¡deberían imitar a Petrus Borel en el vestir! ¡Pero la verdad es que de Petrus Borel apenas saben nada! ¡Ni de Gautier, ni de Nerval!
8)
Lleguemos a un acuerdo. Lean a Petrus Borel, vístanse como Petrus Borel, pero lean también a Jules Renard y a Marcel Schwob, sobre todo lean a Marcel Schwob y de éste pasen a Alfonso Reyes y de ahí a Borges.
9)
La verdad de la verdad es que con Edgar Allan Poe todos tendríamos de sobra.
10)
Piensen en el punto número nueve. Piensen y reflexionen. Aún están a tiempo. Uno debe pensar en el nueve. De ser posible: de rodillas.
11)
Libros y autores altamente recomendables: De lo sublime, el Seudo Longino; los sonetos del desdichado y valiente Philip Sidney, cuya biografía escribió Lord Brooke; La antología de Spoon River, de Edgar Lee Masters; Suicidios ejemplares, de Enrique Vila-Matas, y Mientras ellas duermen, de Javier Marías.
12)
Lean estos libros y lean también a Chéjov y a Raymond Carver, uno de los dos es el mejor cuentista que ha dado este siglo.

Biografía de Roberto Bolaño
Roberto Bolaño Ávalos (Santiago de Chile, 28 de abril de 1953 — Barcelona, 15 de julio de 2003) narrador y poeta chileno, considerado uno de los más importantes renovadores de la literatura hispanoamericana de finales del siglo XX.
Ha escrito Reinventar el amor, Los perros románticos, Tres, La universidad desconocida, Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce, Estrella distante, Llamadas telefónicas, Los detectives salvajes, Putas asesinas, 2666, entre otros.
Viaje a México y abandono de estudios
Aunque nació en Chile, Bolaño se mudaría a México junto a sus padres a la edad de 15 años, donde pasaría el resto de su adolescencia y donde desarrollaría inicialmente su carrera como escritor.
A los 16 años, decidido en que quería dedicar su vida a la literatura, deja sus estudios secundarios para dedicarse únicamente a leer y escribir.
No termina la secundaria y por lo tanto no lleva estudios superiores. Sin embargo, la Biblioteca pública del D.F. se convierte en su nueva casa.
Infrarrealismo y Hora Zero
En México conoce al que sería su mejor amigo: Mario Santiago Papasquiaro. Y Junto a Mario, Bruno Montané y otros poetas radicados en México, fundan en los 70s el Movimiento poético infrarrealista, un movimiento de vanguardia que se oponía a las corrientes dominantes de ese entonces, representadas por Octavio Paz.
El movimiento infrarrealista se convertiría en uno de los movimientos poéticos latinoamericanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX, al lado del Movimiento Hora Zero, que radica en Perú y que tenía como representantes a escritores como Enrique Verástegui, Juan Ramirez Ruiz, Carmen Ollé, Jorge Pimentel, entre otros.
Sobre las similitudes entre ambos movimientos comentaría Bolaño:
(…) El filósofo de Mario [Santiago] era Nietzsche, el mío Pascal. Pero en otros puntos nuestro acuerdo era completo, (…). Uno de esos puntos era Hora Zero y Pimentel, al que pronto se agregaría Ramírez Ruiz, a quien Mario leyó con mucho más cuidado que yo, y Nájar, Cerna, Tulio Mora y Verástegui. En general estábamos de acuerdo en que la joven poesía peruana era de lejos la mejor que se hacía en Latinoamérica en aquel momento, y cuando fundamos el infrarrealismo lo hicimos pensando no poco en Hora Zero, del cual nos sentíamos arte y parte. (…)
Fama y fallecimiento
Más tarde Bolaño empezaría a desenvolverse en la prosa, donde obtendría fama mundial a partir de libros como Los detectives salvajes, que ganó el premio Herralde 1998 y el premio Rómulo Gallegos en 1999, y su novela póstuma —y para muchos su obra maestra— 2666.
Roberto Bolaño fallece en Barcelona el 15 de Julio de 2003, luego de 10 días en coma debido a una insuficiencia hepática. Tras su muerte, sus cenizas fueron arrojadas al Mar Mediterráneo.