No rolling stone (2016); de Kevin Castro


No rolling stone

entonces desapareces entre los edificios de miraflores cargando tu mochila en la mano de forma temeraria
entre estructuras metálicas retorcidas
pero son tiempos difíciles y entonces por qué largarse tras los edificios de miraflores por qué desvanecerse
y sobre todo
por qué llevarse los días en una mochila roja como la revolución
desapareces y oigo el ruido de los andes bajar por tu espalda
allá sombra y tierra mojada
dónde están nuestras tierras nuestro cariño
dónde las ruinas el maíz creciendo sobre conexiones eléctricas
veo los edificios derretirse arrastrarte hacia el mar
aquí los ojos de johnnie walker nos observan desde su pen house en larco
/johnnie no ha caminado por el sendero de la sierra ni ha llegado a probar el aguardiente de la montaña/
johnnie nos observa desde su pen house con actitud distante bebiendo vodka

los pájaros vuelan en dirección al océano
recuerdo la canción de rimbaud
recuerdo los números de mi abuelo

desapareces y miro a los ojos a la poesía y es imponente y me revuelve los cabellos
tras los novísimos edificios de miraflores
tras la niebla artificial de las fiestas de calle berlín
miro a la poesía y es una fuerza gravitacional y quiero asirla entre mis manos y quiero de la poesía tantas cosas y tan pocas
quiero de la poesía la saliva de tu boca
quiero de la poesía el poder mágico de los chamanes de la montaña
quiero de la poesía el lenguaje de las frutas que muerdes mientras lees los libros de roberto bolaño
a veces quiero escribir todos los poemas de mi generación: un montón de chicos revolcándose en las arenas de ica después del sandboarding
ilumino mis ojos con luces fluorescentes
y quiero escribir todos los poemas con las manos atadas
quiero teclear mis poemas sobre tus vértebras lumbares
a veces quiero salir de casa rumbo a la sierra y drogarme con plantas milenarias
pero me quedo en las fiestas de miraflores mirando la pista de baile
y también me quedo en los afters bebiendo cerveza y con la mente en blanco
o pensando que mejor estaría en casa de jorge armando un wiro o una revista

desapareces llevándote los días en una mochila roja que no es una canción de punk
pero nuestra revolución es siempre más grande
como cordilleras que se deslizan por el huayno y los afters de miraflores que son una mierda
revolución que suele caerse a pedazos y como fénix renace de entre pueblos sin nombre

oh revolución que te elevas y caes y explotas
que deambulas por los pasillos de la facultad de letras buscando algo
estuve sentado en la ribera del río y vi muchas piedras

vi piedras y profundidades
estaciones desconocidas en esos abismos
quise decirte tantas cosas por ejemplo
cuando murió mi abuelo vi brotar de su piel musgo y hierba y flores resecas con aroma a formol vinieron a mi mente ecuaciones ilegibles y un sinfín de números: 0 1 1 2 3 5 8 13 21 34 55 89 144 233 377 610 987 1597 2584 4181 6765 10946 17711 28657 46368
no intento comprender nada
recuerdo los poemas de martín adán derritiéndose sobre el mar de barranco
formando un mar dentro del mar
las matemáticas de verástegui
tendiendo sobre los centros comerciales telarañas invisibles
todo brillante y reluciente
lanzando destellos a las antenas en los cerros
elevando el volumen de la música pop
abriendo mis dos ojos de esta manera

tu cuerpo combustible esfumándose entre símbolos y huesos rotoslos números de mi abuelo no tienen algoritmo son tu número de celular escrito de otra manera
algo en tu saliva desata fuerzas eléctricas que altera controles de seguridadinútil protegerse de las lluvias ácidas de la niebla de tu lengua
desde el abismo mirar tus hombros desnudosmorder despacio los dedos de tus pies despacio
los poemas que te escribo son equivalentes a pequeñas flores que alguien vende por internet pero que nadie finalmente compracon el sudor de la frente de vallejo se ha formado una piscina en la cual tú y yo nos bañamos desnudos los domingos de verano
mi amor es más grande que el marketing pero menos efectivotus ojos son pueblos sin nombre geografía sin satélites
mi amor es menos denso que el aire en la oroyajunín allí la altura eleva mi presión sanguínea y te toco entre arbustos y retamas
no tengo ninguna clave solo preguntas solo deseos estúpidosno pienso en nada cuando toco tus costillas cuando
mis canciones noninguna canción

he mirado tu espalda evaporarse adoptar transparencias celestes
trasluciendo un mapa modernísimo
/en el cual salgo a la calle y todos me comen el cerebro con la mirada/
y he habitado tus huesos
llevando música hojas que se caen de un árbol cartas ininteligibles
compartiendo canciones por streaming
respirando nieve
en las noches más frías

desapareces llevándote los días los álbumes de the deathset y the strokes y starfucker y las últimas palabras de galileo
recuerdas los discos compactos giran como la tierra en torno a sí misma
todas las cosas tristes giran en torno a un centro
todos los mundos se disuelven
arriba se caen las estrellas
tus piernas son montañas de fuego sobre pueblos sin nombre

esos pueblos olvidados
yo los recuerdo
siempre
en forma de hoyos
en forma de piedras rodando
ascendentemente


Kevin Castro.
Norcorea, 2016.

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