La puerta está semiabierta
La puerta está semiabierta,
Se espira el sabor dulce a tilas…
Olvidados en la mesa
El guante y la varilla.
El circulo de lámpara amarillo…
Atiendo a los susurros.
¿Por qué te has ido?
No entiendo…
Despejada y radiante
será la mañana.
La vida es bella,
Corazón, sé más sagaz.
Ya estás cansado,
Los latidos cada vez más sordos, silenciosos…
Sabes, he leído
que las almas inmortales son.
Anna Ajmátova.
La tarde, 1912.
Traducción: Kseniya Tokareva.