Hay algo más tranquilo aún que el sueño
Hay algo más tranquilo aún que el sueño
en esta habitación de dentro.
Una ramita lleva sobre el pecho —
y no dirá su nombre.
Hay quien lo toca, y quien lo besa —
hay quien aprieta su mano impasible —
Posee una sencilla gravedad
que me resulta incomprensible.
No lloraría yo si fuera ellos —
¡Es de maleducados sollozar!
Podrían asustar a la serena hada,
hacer que vuelva a su bosque natal.
Mientras las gentes de corazón simple
hablan de «Prematuros muertos» —
nosotros — que apreciamos la perífrasis,
decimos que los Pájaros partieron.
Emily Dickinson.
Recopilado en Poemas a la muerte, 2010.
Traducción: Rubén Martín.