Poemas de Unión mística con la materia en fuga, del escritor y cinesasta Alejandro Pereyra. Una grata aparición en la poesía de Bolivia del siglo XXI.
Introducción
Unión mística con la materia en fuga de Alejandro Pereyra, es uno de los poemarios bolivianos más destacados de la primera década del siglo XX. Pero como suele pasar con estas cosas, el libro pasó casi desapercibido después de su aparición. A eso ayudó el hecho de la dificultad de conseguirlo.
Entre los varios elementos que hacen de Unión mística con la materia en fuga importante, está su elaborada relación con la estética de la ciudad de origen del autor; Sucre.
Es evidente su parentesco con la claustrofobia y el deseo de escape, que distingue a algunas ciudades cargadas de una tradición histórica, que puede resultar asfixiante, como su caso.
Literatura y cine
Esta asfixia, además, es patente en las propuestas fílmicas de Pereyra, que también es un reconocido cineasta y tiene dirigidos tres largometrajes.
El primero de ellos, Verse, es también un valioso intento de interpretación de la estética de Sucre, de sus patios, de sus interiores, del peso de su tradición, de su oscuridad.
Una grata aparición
Además, junto al tono cercano al confesionalismo de estos poemas —influenciados por la poesía anglosajona, Auden, Pound, pero especialmente Cummings. Se suma su constante apelación a lo que la historiografía literaria española llama culturalismo —característico en algunos autores del 27 como Cernuda.
Y a pesar de su —a veces— inconciliable ingenuidad, una de sus meritorias peculiaridades es su largo aliento.
Sus extensos poemas, que se tejen a un ritmo rápido y ampuloso, hacen de las 214 páginas del poemario una grata aparición en el panorama literario boliviano.
Un poema de Ezra Pound termina diciendo
Fragmento
Un poema de Ezra Pound termina diciendo
Iré hasta Chō-fū-Sa
Yo recuerdo tu rostro en esa fotografía que te tomé
subexpuesta
Y la mesa bien ordenada
El reloj y el perro viejo pastor inglés (tú y yo éramos amigos)
—por la calle Junín a las 2 de la mañana, saliendo de tu casa
caminando claramente solo
viendo la uña o sonrisa de luna nueva creciente
y nada aún venía sobre mis hombros
sin embargo se preparaba—
Al dueño de casa convenientemente le dices tío
Y las viejas terribles Natachas
Tejas deformes desde la azotea
Donde las 4 p.m. secan las sábanas
Fragmentos de libro en tu cuarto
(y aparte de llorar yo no hacía otra cosa, deseaba que llores, igual que ahora)
El poema de Alberti en que Buster Keaton busca por el bosque a su
novia que es una verdadera vaca, por el que me regalaste una, (y las
páginas que escribí queriendo lograr llegar a aquello),
así era: íbamos al cine más cercano y dormías con media tableta
y te sentías por unos cuántos días en el corazón del personaje de la película
llegado un punto desaparecías y te tenía miedo: tú, secretamente, no sabías quien eras
fuera de una venganza…
(hasta que) Despertó el elefante anterior e hizo trizas
la vajilla las estatuas
iría hasta Chofusa
nos odiamos y no quisimos vernos
y me pareció que el tiempo juntos
no había sido gran cosa
¿y sin embargo no era luminoso, como la ciudad una tarde después de la lluvia?, ¿ no era, acaso?
¡si íbamos directo juntos a hacernos nuez poema! íbamos a almorzar juntos
a casarnos en Diciembre,
Dice Gimferrer (reflejado) que la poesía es un sistema de espejos, ¿de las cosas que nos pasan, de las cosas que vemos aún en sueños ajenos? El reflejo es el poema, la desvanecencia es lo real ocurrido…
Pues no sabía hacer otra cosa
Fragmento
Pues no sabía hacer otra cosa ni nada me parecía mejor, todavía andaba
por ahí queriéndome en exceso
Una tarde inventamos una historia de cine
Silvia era feliz imaginativa A veces uno piensa
Que es el verdadero principio (y ahora el Poema ya
Se me escapa) Iba sólo a idiotizarme
Con el arco de Orion apuntando a mi cabeza y si a la noche
Le colgaba una luna era de cartulina
papel estañado
Iba demasiado lento demasiado seguro
El día que dejamos la educación jesuita del Sagrado Corazón
Durante la transformación de la noche en algo nuevo
mi amigo Luis Osorio tomó una fotografía
—al azar, con una cámara ordinaria— de nuestros Corazones
tratando de exprimirse al amanecer llueve y las casas comprenden
las cosas retroceden hasta un viejo mundo
anterior y
quedan petrificadas
jeroglíficos de lo eterno que uno mira y no
comprende pero
acepta
pero al final de las fiestas tristeza del final de las fiestas
y siempre un taxi con ventanas de melancolía, detrás de las ventanas como
si hubiéramos vivido la misma vida cinco veces y aún así se nos fuera,
en esa pena llegar a la puerta de calle desencantada
sintiendo un error terrible correr en la nostalgia y como si algo pudiera
hacerse y como si algo pudiera hacerse sintiendo un error terrible
correr en la nostalgia, madrugando:
Cuando el amor baja las telones
Se extiende una alfombra
Y un jarrón de flores Rosa
Pero el color fúnebre de las ventanas
Se pasea en perfume
El Flash y el ring
Éramos felices éramos jóvenes, qué estupidez la ansiedad ha sido la misma siempre.
Y partimos
Fragmento
Y partimos. Fuego para salir de viaje.
(…) los moteles se colocan lado a lado
en los límites de la ciudad, en los límites de su círculo urbano los avisos son santos que
te recorren de arriba te ven como árboles en la flota toda la basura de los límites
la luz no alcanza a los postes tiren mi cuerpo al altiplano los poetas
muertos se salvan y lejos en este momento los famosos firman autógrafos
los poetas firman autógrafos en la flota cerrada van
todos los pisos juntos, apenas salgo extraño las puntas
creíbles y las increíbles los atropellos de la ciudad cercana al punto de ebullición
punto de ebullición sé el mal que me hacen los últimos años me he vuelto una especie de Alcohólico Ciudadano Anónimo flaquísimas y dulces malolientes vamos juntos
ventanas que parecen mi ventana que parecen una mano junto a la ventana
diversos motivos para la señorita y la señora que viajan sin conocerse
una junto
a
la otra
ahora se deshacen, magma, y lo que fue mi diario trajinar mezquino
cobra un sentido
de fantasma, mareado pero sabiendo hacia donde
hacia donde Fuego juvenil absorción
barrigas llenas
corazones llenos llena
mi memoria temporal y
a este punto un descanso
pero no fuego para salir de viaje qué descanso
la calefacción se quedó hace 20 años
finalmente nada nos sacará de realismo
pero no es que uno quiera salir paseando sino que como el viento agita las ventanas y trae polvo y toma los papeles y las cosas livianas, de pronto uno ve lo sorprendente no sólo delante sino en uno que es haberse quedado tranquilo
en un mundo incomprensible sorprendentemente visible
la altura ni la soledad van a soltarte
allá, horizonte, los rayos confesaron su amor inmediato al tráfico
caótico y yo les di mi palabra
me planté en el altiplano, les di mi palabra de honor y promesa de caos a todos los presentes aunque no los oyera
como un letrero enorme como un ángel como un árbol como un loco como un enano
ah las ventanas de seguridad y mis manos en oración que la señora que me acompaña mira
fingiendo no comprender, saludable la necesaria
distancia de uno a otro para no volverse
loco al ver que todo es una sola cosa
que siempre es siempre
Evitar la nostalgia o arma un conjunto vacío
Usualmente se está escuchando un diálogo, junto a uno o indiferente, corredores,
Cuando las bicicletas encuentran sin esfuerzo
A Andrea Besarte; y la más alta rama de los pinos
Apenas recibe el ultraje en viento parecido
A un cuchillo y un tenedor.
Muchos hombres todos vecinos, saltaron una barbaridad
Para atrapar intacta la preciosa medalla.
Pero las rodillas de las casas pobres no soportan
Esplendor y el oro es falso y quizás no existe.
Entonces busca un sombrero entero, que ya nadie resista,
Decolora la humedad, salta los charcos,
No se mira de los pájaros ni las plumas ni la rama
Para pasar el tiempo entre nuevos amigos.
Segundo acerca del árbol que era un molle y que poco antes no lo era aún
Era ese mismo motor rojo —con cáscara de camión o taxi estacionado.
Claro que puede hablarse de crecimiento, por todo ejemplo baste aquel árbol.
(pero la tinta ya no es clara y algún sábado de luna nueva esta
anotación será ilegible)
Es lo que demuestra un ft de celuloide. Pero la mano que se
Eleve, tan a duras penas, es decir
Tan a duras penas,
Tan rápido
Que este viento como una alfombra (y las madres solteras sufren de aquello)
Gira sobre el hombro de tu compañera de curso,
Ella gira,
Las puntas interiores se alojan, las últimas quisieran adentrarse,
Y el viento seguirá,
Pero las hojas se resignan.
Biografía de Alejandro Pereyra
Alejandro Pereyra (Sucre, Bolivia, 24 de febrero de 1981), como escritor ha publicado los libros de poesía Momentuario (2001) y Unión mística con la materia en fuga (2004): libro que atestigua el tránsito vital de Pereyra entre Sucre y La Paz.
Escritor, cineasta y compositor
Además de escritor, es cineasta y concertista de piano. Ha compuesto algunos de los temas de sus filmes.
Como cineasta tiene dirigidos tres largometrajes, Verse (2009), Mirar (2012) y Luz en la copa (2017), que pueden ser vistos en su canal personal de Youtube.
Distinciones
- Ha recibido dos veces el Premio Nacional de Guión Amalia Gallardo.
- Beca de residencia artística por la fundación Karrvaz en Irlanda.
- Beca para artistas extranjeros otorgada por el gobierno alemán.
Reside entre Bolivia, Munich, Turquía e India.